lunes, 17 de noviembre de 2008

Miércoles de ceniza.


Te transformas en cenizas, cuando mi mirada está en otra parte, cuando evito ver tus ojos que con solo pestañear me convencerían de que no puedo enojarme contigo. Y entonces tu piel se vuelve gris y tus manos trémulas, no atinan a tocarme o darse en retirada. Ayer ví esas cenizas hacerse carne, tus dedos, tus ojos eran grises sin el brillo que me enamoró.
Qué hizo que surgiera el enojo? al final ni lo recuerdo, sólo con verte así tan gris, tan triste reconocí que me había equivocado, que en realidad te amo, te amo más que antes, pues vi tu tristeza magnificada por ese color, ese vestigio de un volcán apagado que vuelve alguna vez a estallar. Te pido perdón por ese rencor ridículo que no aportó nada, solo discusión de miércoles, miércoles de ceniza.

1 comentario:

s dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.