lunes, 17 de septiembre de 2012

La línea del tiempo

Serenamente lo acepto
quizás no te duela tanto como a mí
no sé calcular la intensidad del amor de otra alma
pero sí puedo calcular la mía.
Expectativas, deseos, ardores encontrados,
jamás volveré a sentir de esta manera,
jamás me entregaré como lo hice.
He perdido el meridiano que me ponía en tu presente
no lo encuentro, quizás se perdió en alguna madrugada fría,
en algún amanecer sincero.
Todo lo vivido se me mete en la piel,
para hacerse escamas.
Escamas plateadas y que en poco tiempo se perderán en la nada.
Todos los momentos, las risas, las lágrimas, todo perdido, todo.
En la línea del tiempo compartido
en las horas ahogadas por la niebla.
Quiero decirte que estoy triste, por no poder seguir contigo.
Por no tener futuro nuestro calor. Y ya no es nuestro su fuego,
ahora es sólo mío, que tendré que apagar lentamente para quizás volverlo a encender algún día
Si tengo fuerzas para decirlo, si cada vez que te pienso te lo digo, que te quise con el alma.
No quiero despedirme con lágrimas, ni con reproches, sólo me queda acariciar tu pelo cada noche en mi almohada, y desearte que seas feliz en esa soledad elegida.

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