lunes, 26 de mayo de 2008

Los miserables y arrogantes habitantes del submundo nocturno



He recorrido varias ciudades, en distintas épocas y tengo la certeza que existen miserables y arrogantes en todas ellas. Míseros de todas las miserias, faltos de todo el bagaje ético.
Personajes corvos y escondedores, de miradas turbias, sin brillo. Que hacen de su vida y la de los que los rodean un infierno. En el lugar que ahora resido, suelo ir a tomar algo todos los sábados, en mi camino termino en una heladería que al principio me pareció acogedora pero con el trascurso de los sábados, me fui dando cuenta de la forma ruin que eran tratados los empleados. No se puede trabajar en un lugar en donde revisan la caja, cada vez que cobras. A cada paso que da el empleado está la mirada ruinosa del patrón siempre desconfiando de lo que hace. Eso en presencia de los clientes, llega a los mismos causando un malestar que en mí hizo que cada día me interiorizara más en lo que iba a ocurrir, dándome la necesidad de escribirlo.
Me pongo en la piel de los empleados, entre los cuales también hay de distintas calañas pues está el que es el motivo de las miradas y persecuciones, y el otro el que palmea al patrón, cada vez que entra le cuenta todos los pormenores, haciendo quedar a sus compañeros como simples esclavos. No se dá cuenta que a la larga él o ella terminará siendo también carne de cañón, es decir siendo despedido por ese a quien chupó las medias tanto tiempo.
En fin señores de la heladería La Jijonenca de Ponferrada tengan a bien cambiar la óptica de su negocio, pues el cliente se dá cuenta de todos estos pormenores de los sábados por la noche, cada vez hay menos clientela y creo que es por eso, el mal clima reinante en el lugar se nota, se palpa con las manos y con sólo mirar detrás del mostrador.

1 comentario:

Carmen Moraima dijo...

Estimado comentarista como podrá ver en ese local que he fotografiado, en la fecha publicada, sí existía un local llamado la JIJONENCA no me he referido al de la av. Perez Colino por ello adjunté la foto, en cuanto a su expresión "a vista de un sábado por la noche" no estaba ebria si a eso se refiere. Además no le permito que se dirija a mí con los términos de "esforzarte por ser veraz", porque hasta el día de hoy no me gusta escribir estupideces.