
Las golondrinas todavía no se han ido, juegan mil veces por los cielos de la ciudad.
Buscan un refugio para sus plumas. Y gritan toda las tardes entre los árboles. No se han ido y ya el invierno arrecia. No han comenzado su viaje y ¿cuál será el motivo? Quizás decidan no hacerlo más, quizás las golondrinas no emigren jamás…
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